Dile «sí» al papel pintado

Como he confesado alguna vez, soy amante del papel pintado. Sí, yo también he pasado por la fase de «¿Papel pintado? ¡Por encima de mi cadaver!» Pero una vez conocí las calidades y cualidades de los papeles actuales y, sobretodo, la cantidad de estilos y diseños que hay, me convertí a una nueva religión. ¡Ya me pega en todas partes!

Los hay resistentes a la humedad para poder ponerlos en el baño, texturizados que parece que estás tocando muro real, sutiles para ocultar desperfectos en las paredes… un sin fin de variaciones. Desde soluciones económicas hasta honrar la arquitectura de una casa, el papel pintado vale para todo.

Como todo, el papel pintado tiene una gran variedad de precios, y puede darse el caso de que empapelar una habitación entera esté fuera del presupuesto, sin embargo, eso no significa que debamos descartar la idea por completo. Los murales son una excelente manera de agregar una dosis de papel y crear un ambiente especial en una habitación. Me encanta usar murales detrás de los cabeceros, como este abstracto de acuarela de gran tamaño y su diseño audaz y a la vez tranquilizador. El mural perfecto para un espacio de descanso con un punto de vista diferente.

Uno de los mayores errores que se pueden cometer al diseñar un espacio es luchar contra la realidad de la habitación. Muy a menudo, los clientes piden algo que no tiene nada que ver con la arquitectura real de su hogar por lo que hay que explicarles que solo conducirá a una mala versión de algo que nunca fue destinado a ser. Por ejemplo, cuando tenemos una zona oscura sin absolutamente ninguna luz natural, en lugar de tratar de convertir el espacio en algo que nunca podrá ser, es mejor inclinarnos hacia la naturaleza oscura y acogedora del área y usar un papel tapiz como el de la imagen, en la que el azul marino y dorado metálico crean un diseño súper estiloso.

Ya que el papel pintado es mi herramienta favorita, a menudo comienzo con el papel y construyo alrededor de éste, lo que inspira todo tipo de resultados interesantes. Uno de mis trucos favoritos es encontrar formas similares y emparejar versiones. Eso ocurre en este baño con un patrón de borlas en el papel pintado y repetido en la cortina de ducha con borlas azules.

Combinar estampados puede resultar intimidante, pero es tan simple como asegurarse de que sus motivos o patrones tengan cosas en común y cosas completamente diferentes. En este apartamento de Brooklyn desde el principio se decidió que colocarían una cocina azul y blanca y eso dictaba el papel seleccionado para la sala de estar (que siempre estaría a la vista). En términos de similitud, se optó por un papel del mismo todo de azul con fondo blanco, pero con escalas muy diferentes para proporcionar suficiente contraste.

Otra cosa a tener en cuenta: el papel pintado no es solo para tus paredes. Puede poner papel en todo tipo de cosas, para revestir el interior de unos estantes empotrados, los frentes de los armarios, cajoneras o cualquier otro lugar que se nos ocurra.

¿He conseguido convencerte? O ¿sigues pensando que el papel pintado no va contigo? Déjame tus impresiones en los comentarios!

Fuente: Megan Hopp // Fotografías: Kelsey Ann Rose


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