Plantas de interior – Ficus Lyrata

No hay mejor manera de dar vida a un espacio que colocando plantas. Y en estos tiempos en los que los colores claros son los reyes de la decoración, el verde que aportan no es solo un toque de color, sino calidez y bienestar. Las plantas de interior pueden agregar la cantidad justa de intriga: son de forma libre y orgánicas, pero limpias y esculturales; deleitan con su imprevisibilidad pero tranquilizan con su presencia constante. Y su vida útil, afortunadamente, es mucho más larga que la de las flores cortadas.

Pero, si eres de los que se definen como «asesino de plantas», no te asustes y sigue leyendo. Hay algunas que son fáciles de mantener con vida. Y no, no solo los cactus o plantas feas. Pero, sí, al considerar las plantas en el diseño de una habitación, hay algunas cosas a tener en cuenta.

Lo primero es agrupar las plantas de la forma en que crecen naturalmente, por ejemplo, no poner un helecho al lado de un cactus. Las plantas que crecen juntas tendrán necesidades similares, lo que facilitará la tarea del cuidador. En cuanto a cuántas deberías tener, solo depende de cuántas quieras cuidar.

Finalmente, la ubicación debe ser dictada principalmente por los requisitos de luz de la planta y luego por nuestro propio gusto. Prueba una planta aquí o allá a ver qué te parece, y no tengas miedo de moverla con el tiempo.

He decidido crear poco a poco una lista de las mejores opciones como plantas de interior y consejos para cuidarlas. Así que ánimo! 😉 Hoy te dejo con el Ficus Lyrata, también conocida como Higuera de hoja de violín

Este arbusto cuenta con un tallo largo y elegante y ramas con hojas anchas y coriáceas. En cuanto a su colocación, como la mayoría de plantas de interior,  no admite los rayos de sol directos.  Sin embargo, requiere de buenas cantidades de luz difusa e indirecta. Una ventana luminosa orientada al norte es lo ideal.

Cuidados:

No es especialmente exigente en riego, es más, tolera mucho mejor la sequía que el exceso de agua. La cantidad y frecuencia del riego variará según las condiciones en las que se encuentre, pero te dejo algunas pautas que pueden serte útiles:

  • Espera a que el sustrato se seque entre riegos, para ello, introduce un dedo en el sustrato para comprobar el nivel de humedad del interior.
  • Adapta los riegos a las temporadas: en invierno, una vez a la semana (una vez cada dos si no hace mucho frío y por lo tanto no usamos la calefacción). En verano, unas 2 o 3 veces por semana.
  • Es importante que la bandeja o recipiente sobre el que esté no retenga el agua, retira el agua sobrante para que no se quede “con los pies mojados”.
  • El sustrato ideal es una mezcla de sustrato universal con un 20% de perlita.
  • Durante los meses de invierno no es necesario abonarlo, pero durante el verano sí que necesitará una ayuda. Un abono líquido diluido en el agua de riego cada dos semanas será suficiente.
  • Limpieza del polvo que se deposita en las hojas con un paño húmedo.

¿Qué te ha parecido? ¿Te atreves? En el siguiente artículo te contaré cositas sobre otra habitual de las revistas de decoración: la Monstera Deliciosa o costilla de Adán.


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